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Colombia y colombianos en el exterior

La encrucijada de los reportes en las Centrales de Riesgo: Las deudas como limitante a la hora de conseguir empleo

Comprar una casa, cambiar el carro, pagar la universidad de los hijos y poder llevar comida a la mesa todos los días, constituyen el sueño del colombiano promedio. Un sueño para el que hay que trabajar y por el que muchos se ven obligados a endeudarse.

En Colombia según la FM a cierre de 2018, las deudas de los colombianos que se encontraban en mora superior a 30 días, alcanzaban los 21.9 billones de pesos, lo que se traduce en miles de [1]deudores morosos.

Los deudores morosos, son personas como usted o como yo, quienes gozaban de un trabajo seguro que les permitió adquirir compromisos financieros. Sin embargo, en un país donde la tasa de desempleo se encuentra en 12,9% según el DANE (2019), los recortes de personal en las empresas son frecuentes, llevando a que esa secretaría, ese asesor, o ese gerente que jamás se habían saltado el pago de una cuota, se queden sin empleo y ante la dificultad de encontrar uno nuevo, se les imposibilite el pago de sus deudas. ¿Qué sucede entonces cuando la razón de la deuda es la falta de empleo y nadie quiere contratar a los deudores? Un círculo vicioso.

[2]Ana María, una de nuestras clientes, nos contaba hace unos meses que había quedado desempleada por un recorte de personal, como cualquier persona en su situación, Ana María comenzó con su búsqueda de empleo, no obstante, encontrar trabajo para una persona con un alto nivel de estudios y varios años de experiencia, no es tan fácil en una época que privilegia la mano de obra barata de los recién egresados. Ana María siguió tocando puertas y finalmente se encontró con empresas que estaban dispuestas a darle el sueldo que merecía, más al revisar su historial crediticio y descubrir sus reportes en centrales financieras, le negaban automáticamente los trabajos.

Con el paso de los meses y a medida que nuevos clientes llegaban, se hizo evidente que el de Ana María no era ni una exageración ni mucho menos un caso aislado, sino, la punta de un Iceberg compuesto por cientos de colombianos que pasan por la misma situación. Una persona se postula para un empleo y antes de contratarla revisan su historial crediticio, descubren su deuda y no le dan el empleo, haciendo que la deuda sea cada vez mayor.

Hay que aceptarlo, no todo es color gris, hay para quienes la solución ha llegado con La Ley de Insolvencia, puesto que les ha permitido cambiar su estatus en las centrales financieras, pasando de “En deuda” a “En Ley de Insolvencia”, lo que ha ayudado a que nuevas puertas se abran. Nuestra lucha no es por ellos, es por todos aquellos que aún hoy se ven afectados por los reportes en centrales financieras, reportes que, si bien deberían ser privados, terminan en las manos de empresas que usan esta información a forma de espada.

Las deudas de una persona no determinan quién es y mucho menos sus capacidades intelectuales o calidad en él trabajo. Demos la mano a estas personas y recordemos que en la mayoría de los casos, las deudas no se adquieren porque alguien decidió de forma irresponsable comenzar a darse gustos que no podía sostener, sino, porque de la noche a la mañana a alguien le cambiaron las condiciones. No juzguemos tan duramente, no sabemos si algún día nos toque estar en esa situación y exijamos que así como las deudas son personales, los reportes también lo sean.

[1] Quienes no han cumplido con una obligación a su vencimiento.

[2] Los nombres han sido cambiados para proteger la confidencialidad.

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