Si tuviéramos que resumir el 2020 en una palabra sería: difícil, un año difícil para el sistema de salud que dejó al descubierto grandes problemas de base, un año difícil para las familias que perdieron a uno o varios miembros, difícil también para el sistema de educación que se vio enfrentado a la virtualidad y finalmente, difícil para la economía que tuvo que presenciar el cierre de negocios y el despido masivo de empleados. Sin importar su nivel socioeconómico, de educación o lugar de residencia, de una u otra forma estamos seguros que puede concluir con nosotros en que la palabra acertada es: difícil.

En un año tan difícil como el anterior y del que podríamos escribir una saga de libros para cada una de sus ramificaciones, hemos decidido centrarnos en el área que conocemos, la economía y es que en la historia reciente no se había visto una crisis económica como la del año pasado.

Según palabras del Superintendente de Sociedades Juan Pablo Liévano, en 2020 se presentaron 1.272 solicitudes de de insolvencia económica empresarial y es que si las cifras solas son alarmantes, se vuelve aún peor cuando entendemos que esas 1.274 solicitudes representan más de 100 al mes, es decir; más de 100 solicitudes mensuales de personas con agobios financieros insostenibles que los llevaron como último recurso a la declaración de quiebra de su empresa.

Ahora bien si la anterior cifra asusta, asusta más que el 48% de estas solicitudes es decir; 630 provengan de bogotá, ciudad que por ser la capital del país debería ofrecer mayores oportunidades y por ende tener menos cifras de quiebra quiebra, sin embargo, lo que vemos hoy es que las solicitudes de Insolvencia empresarial de Bogotá representan casi la mitad de todas las solicitudes radicadas en el país.

Basados en lo anterior, ¿Qué se espera para el 2021? Expertos aseguran que las cifras aumentarán aún más puesto que quienes pudieron mantenerse de alguna forma a flote en 2020 no podrán soportar los próximos picos de 2021 y las repercusiones económicas que cada pico deja a su paso. Sectores como el de servicios, comercio y manufactura que emplean a miles de personas hoy están pendiendo de un hilo, manteniéndose con créditos que en su mayoría no podrán pagar, esperando un milagro en forma de vacunación para el 100% de la población que permita la vuelta a la normalidad.

Hoy el panorama es desalentador en términos económicos y mientras esperamos una solución no queda más que nuestra recomendación de siempre, pida ayuda, si en su caso no hay más espera y la quiebra le toca la puerta, acojase a la Ley de Insolvencia y comience de nuevo, aquí estamos para asesorarlo.